Un poco de historia :-
El arquitecto esrilanqués Geoffrey Bawa es reconocido como uno de los arquitectos más importantes y influyentes de Asia en el siglo XX. Nacido en 1919, Bawa rápidamente llegó a ser el arquitecto más inventivo de Sri Lanka creando reglas y prototipos para la construcción en un ámbito tropical. Aunque es más reconocido por sus villas y hoteles, diseñó también planes para escuelas, universidades, usinas y oficinas. Recurrieron al talento de Bawa para el nuevo Parlamento en Colombo y otros edificios públicos. Ejerció durante cuarenta años, antes de empezar a padecer parálisis en 1998. Geoffrey Bawa murió en 2003 pero su trabajo sigue influyendo la nueva arquitectura independiente de Sri Lanka y sus arquitectos. Las creaciones de Bawa, repartidos por toda la isla, son una forma de pasarela entre el pasado y el futuro, como un espejo en el cual la gente puede ver la evolución de su propia cultura. En 2001, Geoffrey Bawa recibió el famoso Premio Chairmans del Premio Aga Khan de arquitectura en reconocimiento a la totalidad de su carrera.
Arquitectura de Bawa: estilo e influencia :-
El trabajo de Bawa se inscribe en el marco de “la arquitectura sostenible”, mucho antes de que fuera teorizado este concepto. Sus creaciones rompieron las barreras entre diseño del interior y arquitectura del paisaje. Sus edificios se parecen a tantos espacios escenográficos separados con patios y jardines. Construido entre 1967 y 1969 en la costa oeste de Sri Lanka, el Bentota Beach Hotel es una de sus obras más logradas y emblemáticas del estilo arquitectural “Bawa” de los años sesenta. En efecto, este hotel es una construcción solida pero también viva y evolutiva que se adapta al clima tropical. El jardín de Lunuganga, creado en una plantación abandonada de caucho fue durante cincuenta años su banco de pruebas y campo de experimentación para sus nuevas ideas. Resultó en la creación de una serie de salas al aire libre semejantes a pequeños escenarios de teatro representando un lugar a la vez salvaje y civilizado en el jardín más grande de Sri Lanka.
El placer de los sentidos, central en toda la obra de Bawa, crea un vínculo entre climas, paisajes y culturas de la antigua Ceilán. Con éxito, encontró una manera de compaginar la tradición occidental humanista arquitectural con el ámbito climático y cultural de su propio país.